Nadie sabe lo que es la vida o vivir
Nadie sabe lo que es la vida o vivir pero todo el que recorre el camino, la reconoce. Ser ignorante significa tener prisa para rellenar codiciosamente, arrogantemente, ignorantemente su conciencia-forma de previsiones supuestamente felices, de sueños. Sufrimos porque somos ilusos. Nos apegamos a nuestros sueños, porque son nuestros, aunque antes han sido de otros a quienes no hemos preguntado y a quienes tampoco haríamos caso porque creemos nuestro caso diferente. Confundimos sueños con realidad como cuando estamos dormidos. Proyectamos la vida como si fuera una película sembrada de nuestras preferencias: narcisismo, egocentrismo, egolatría, arrogancia, importancia personal, cualidades imaginadas de éxito juvenil. No entendemos ni la cosa más simple profundamente, en sus múltiples relaciones, como una simple hierba las establece con el cielo y la tierra. Sin embargo ¿hay algo en nosotros que capta en el Cosmos la máxima sabiduría que es? Extraido de PRÓLOGO PARA OCCIDENTALES realizado