Llamar la atención – pasar inadvertido
Si quieres ser una herramienta útil en la gran
obra, debes poseer también el arte de utilizar tu propia persona, como
obediente instrumento, ante el público. Mediante tus fuerzas espirituales debes
estimular tus dones y talentos ante las multitudes; debes llevar estos dones
hasta su punto máximo, de modo que puedas manifestar en el mayor grado posible
tu espíritu a través de tu persona física, a través de la posición de tu
cuerpo, de los movimientos de tus manos, del brillo de tus ojos, de tu mirada y
la forma de hablar, para que así tengas influencia sobre la gente y puedas
ayudarlos a alcanzar un nivel espiritual más elevado. Así pues, debes ser capaz
de mostrar en público tu espíritu a través de tu personalidad, sin sentir
vergüenza ni inhibiciones. Pero el arte de "LLAMAR LA ATENCION" nunca
debe despertar en ti al demonio de la VANIDAD, NI LA PRESUNCION EN UN JACTARSE
Y VANAGLORIARSE DE TUS DONES DIVINOS.
Si al ejercer el arte de “LLAMAR LA
ATENCION" no caes en manos del EGO Y LA VANIDAD, entonces no te molestará
en lo más mínimo que, cumpliendo alguna tarea, tengas que pasar completamente
inadvertido entre las demás personas. En este caso no debes mostrar tus
habilidades, sino pasar inadvertido entre la gente, como uno de tantos, sin
querer llamar la atención ni destacar. Pero que este discreto" PASAR
INADVERTODO" nunca degenere en UNA INFRAVALORACION Y AUTODESTRUCCION de tu
persona. Siempre debes llevar en el corazón TU DIGNIDAD HUMANA.
Un fragmento del libro titulado Iniciacion
Autora Elisabeth Haich
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