Humildad – confianza en uno mismo
Debemos de ser
"humildes" ante lo divino, ante el YO superior que habita en
nosotros. Ser conscientes de que todas las cualidades bellas, buenas y
verdaderas le pertenecen a EL; de que tu persona física es un instrumento de
manifestación, un aparato de proyección de lo divino, de que tu cuerpo no es en
sí mismo más que una cáscara vacía. Debes de reconocer en ti mismo a la
divinidad que se manifiesta en el todo, al SER ETERNO, y entregarte a EL
sumisamente.
Pero nunca debes de someterte a poderes
terrenales o subterráneos, ni caer de rodillas ante formas terrestres.
Si lo haces estarás trasformando la divina "humildad" en una sumisión cobarde, llena de mentiras llamada "humillación" con la cual estarías ofendiendo la DIVINIDAD que te da la vida de Su propio SER interno.
Si quieres ser un verdadero servidor en la gran
obra de la salvación de la tierra y de los que en ella habita (toda la vida
existente), no debes olvidar jamás que no vives ni trabajas movido por tus
PROPIAS FUERZAS. Todas las fuerzas provienen de DIOS y todas las fuerzas que tu
manifiestas emanan de TU YO SUPERIOR: de "DIOS". Ten presente que tu
persona física es solo una apariencia. ¡Tu verdadero SER, la única realidad
eterna que existe dentro de ti es DIOS¡ Confiar en uno mismo significa por lo
tanto confiar en el DIOS que habita en tu corazón, no en el ser aparente que es
tu persona física. La "CONFIANZA EN UNO MISMO", DIVINA ES
IMPRESCINDIBLE EN CUALQUIER ACTIVIDAD CREADORA, implica una unión interior con
DIOS. Pero cuando una persona cree que sus cualidades y fuerzas le pertenecen a
él, y no a DIOS,
Esta cualidad divina se trasforma en arrogancia
un vanagloriarse y una soberbia completa.
Un fragmento del libro titulado Iniciacion
Autora Elisabeth Haich
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