Aceptarlo todo- saber elegir
Como colaborador útil en la gran obra deberás
aprender a aceptar todo lo que te depare el destino. No son las circunstancias
externas las que determinan tu valía, sino el grado en que manifiestas a DIOS.
Humillaciones o degradaciones terrenales no pueden empequeñecer ni destruir tus
VALORES interiores. Pero enaltecimientos o cantos de alabanza tampoco pueden
engrandecer estos valores se tienen que poner en práctica en la vida cotidiana
también. Así que no debe importarte la forma en que te tratan los ignorantes,
Has de ser siempre tal como TU eres, tanto si te degradan como si te
glorifican. Aprende a sentirte satisfecho en cualquier situación y a encarar
las circunstancias sin lamedor conmoción. Tanto si tu trabajo en la gran obra
te exige que vivas en la mayor de las pobrezas, como si requiere que ocupes un
alto cargo y dispongas de una gran fortuna, debes considerar estas
circunstancias externas COMO UN MEDIO SOLAMENTE PARA LA CONSECUCION DEL GRAN
OBJETIVO. Si lo utilizas de ese modo, el "aceptarlo todo" es divino
sea lo que sea que te toque vivir.
Sin embargo, y aunque nada conmueva tu interior,
como REPRESENTANTE DELA GRAN OBRA DIVINA debes siempre reflexionar sobre cuando
DEBES DEFENDERTE contra humillaciones o injurias y vejaciones y cuando DEBES
EVITAR humildemente los honores. "EL ACEPTARLO TODO" no puede
degenerar nunca en apática indolencia o pusilánime falta de carácter.
Elige siempre lo mejor y no te des por satisfecho
con mediocridades por miedo a crecer y a experimentar. Debes ser capaz de
distinguir lo bello de lo feo, lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso:
LO DIVINO DE LO SATANICO.
Quien carece de un perfecto discernimiento es
inútil para la GRAN OBRA DIVINA. ES MEDIOCRE Y TIBIO
Un fragmento del libro titulado Iniciacion
Autora Elisabeth Haich
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